Asociación FBU

¿QUÉ ES LA FBU?

En el nombre Fraternidad Blanca Universal, el término «Blanca» simboliza la pureza del alma y su luz.   No hace absolutamente ninguna alusión al color de piel, propio de una raza. ¡Cuántos blancos hay que tienen el alma negra e inversamente, cuántos negros hay que tienen el alma blanca!

La idea de la Fraternidad Blanca Universal concierne a todos los hombres sin excepción. Los invita a realizar en toda la Tierra una gran familia universal, a través de una vida fraternal, armónica, respetando  cada raza, cada religión, cada nacionalidad. De la misma manera que la raza roja no inventó la revolución comunista, la fraternidad blanca no es una reivindicación de la raza blanca. Es el símbolo de la revolución pacífica que ahora emprenden todos los países para que el espíritu de justicia y de paz se encarne por doquier, incluso en nuestra vida cotidiana. ¿No es acaso la luz blanca, la síntesis de todas las demás luces?

La Enseñanza del Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov es de una amplitud y de una elevación  excepcionales. Responde al interrogante que nos preguntamos sin cesar: Cómo vivir.

Se trata de lo que ha sido dejado a un lado hasta el presente por todos los escritores y pensadores: cómo comer, cómo respirar, cómo dormir, cómo bañarse, cómo mirar, cómo escuchar música…. Cómo meditar, cómo desarrollar nuestra imaginación y nuestra voluntad, cómo traer hijos al mundo, cómo educarlos, cómo amar, cómo utilizar todas nuestras energías y hacerlas acrecentar… Cómo reforzarse y regenerarse captando los rayos solares en la mañana, cómo desarrollar nuestra sensibilidad al contacto de la naturaleza, cómo respetar lo que es vivo y entrar en relación con las regiones superiores de nuestro ser…

Esta vida nueva, de salud, de paz, de armonía, no es posible, dice el Maestro, sino a través de la realización de una Fraternidad Blanca Universal, es decir, a través de la existencia  de vínculos  de comprensión y amor entre todos los hombres de todos los países y de todas las razas.

Nada fue descuidado por el Maestro para volver a poner en nuestras propias manos las claves de nuestro porvenir. También, al mismo tiempo con explicaciones filosóficas profundas, siempre de una gran sencillez, nos propone ejercicios, prácticas, métodos que no sobrecargan nuestra vida cotidiana, sino que, por el contrario, penetran en lo concreto, en lo vivo de nuestra existencia para permitirnos dominarla y embellecerla. Todos estos métodos nos enseñan a trabajar con las fuerzas de la naturaleza, con el objetivo de volvernos mejores, de escapar a las angustias y obscuridades de la vida, de liberarnos, sin perjudicar a ninguna criatura, con el fin de ayudar a todos los hombres.  

Incluso una lectura superficial permite darse cuenta de cómo el Maestro asimiló todas las manifestaciones de la cultura contemporánea y de las civilizaciones antiguas: religión, filosofía, ciencia, arte,  así como también astrología, alquimia, símbolos, cuentos y proverbios que contienen un saber oculto. Nada parece serle extraño, porque incorpora todo a  un conocimiento profundo de los procesos vivos e interiores del psiquismo humano.  

Es con mucha grandeza, pero igualmente con sufrimiento y bondad que el Maestro analiza todo el desconcierto, los fracasos, las ilusiones monstruosas y nocivas de nuestra época,  la cual se intelectualiza sin cesar en detrimento de otras posibilidades que el hombre posee. Época que también es perturbada por guerras a lo largo de todo del mundo, guerras que separan a los hombres entre sí, dislocándolos interiormente y en la representación que se hacen de ellos mismos, es decir, en  su cultura. El Maestro muestra que  en los movimientos apasionados de revueltas cada vez aparece una nueva aspiración subyacente que no encuentra aún su expresión constructiva. Para él, no puede haber una renovación de la civilización sin una ciencia  que haga la síntesis de todos los problemas concretos de la vida. Es necesario unir todos los dominios de investigación, todas las actividades, en función de un único objetivo: realizar la fraternidad en la Tierra por medio del conocimiento de todas las posibilidades  humanas.  «Solamente así, los problemas económicos, políticos, médicos, serán progresivamente resueltos. Accidentes de trabajo, accidentes de carretera, malformación  de niños, mala educación, problemas psíquicos, graves o benignos; huelgas, revoluciones… todo esto tiene su origen en la falta de coordinación de las actividades humanas, en la ignorancia y en el egoísmo de todos aquellos que no quieren ver las consecuencias futuras de todos los abusos que cometen».

¡Qué luz para la comprensión de nuestros problemas! ¡Qué confianza en nuestras posibilidades! ¡Y qué deseo de actuar despierta en nosotros el conocimiento de esta obra magistral, radicalmente nueva! Previniéndonos de todos  los caminos sin salida en los que se comprometen las iniciativas humanas, el Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov anuncia tiempos nuevos con una fe y un vigor espiritual fulminantes que se apoyan en el conocimiento perfecto de las leyes de la vida. Bajo su mirada, el mundo reencuentra su orden, su unidad y su sentido. El lector no podrá permanecer insensible a su benefactora y penetrante palabra que tocará regiones desconocidas de su alma. Sentirá que participa en una vida universal de sabiduría, de amor y de belleza durante el tiempo que dure su lectura y que podrá prolongarla en sí mismo y en sus amigos, una vez que la página termine…

Agnès Lejbowicz